domingo, 24 de septiembre de 2017

Rozalén: "Soy feminista, pero muchas veces he comido mierda por un tío"

MÚSICA ENTREVISTA A LA CANTANTE

Rozalén: "Soy feminista, pero muchas veces he comido mierda por un tío"

“Si votamos todos, Cataluña no se va” / “Empecé en la música y me decían ‘no eres ningún pibonazo’” / “Mi padre fue cura: dio la misa cuando se murió Franco” / “Sabina echa piropos, pero a mí no me resulta machista” / “La Constitución no la hizo Dios, no sé por qué no se puede tocar”. 

Lorena G. Maldonado 
Cuando el río suena... Rozalén lleva. La historia de María de los Ángeles es la historia de España: familiares en fosas, abuelas que acogen a vascos rebeldes en años de dictadura, padres curas que se salen de la Iglesia por amor, juicios rápidos en los pueblos pequeños, fantasmas que se te quedan mirando cuando escribes. Una familia honrada y valiente a la que ella ha salido clavaíta.
La cantautora ahonda en sus raíces cargada de dignidad y documentación y el resultado es este disco con nombre de refrán, folclórico hasta la víscera, espinoso y henchido de conciencia. Ahora que la comodidad es, más que nunca, un colchón blando de extremocentrismo, Rozalén se la juega y canjea la rabia en arte.  
La puerta violeta es puro feminismo. ¿Por qué cree que a día de hoy hay tantos artistas a los que les cuesta reconocerse como feministas?
A mí también me pasaba. Y eso que en Psicología me especialicé en Psicología del género. Pero creo que siempre ha habido un conflicto de términos y ahora es momento de cambiar las cosas. Por eso lo de “entrar en la puerta violeta”, entrar en esa dimensión. Me he dado cuenta de que me tengo que posicionar. Cuando me pregunten “¿eres feminista?”, tengo que decir: “Claro, ¿¡tú no!?”. Porque es igualdad y porque hay muchísimas cosas que hay que seguir mejorando en todo el mundo y en este país también, se nos siguen exigiendo muchas cosas a las mujeres que a los hombres no, y siguen asesinando a mujeres. Es un problema gordo.
No podemos mirar hacia otro lado. La canción habla, en realidad, de una regresión consciente que me hicieron a mí, todo muy místico (ríe). Son imágenes a las que mi cabeza me fue llevando para que entendiese ciertas cosas. Pero de verdad que la puerta que yo pinté era de color violeta; el prado verde eran Los Pirineos, que solamente estuve una vez, pero se ve que se me quedó muy clavado… y cuando me puse a escribir la canción, pensé que debía compartir esas imágenes porque es una canción que cada uno puede llevarse a donde quiere, es muy sutil lo del feminismo, pero quien lo quiera ver, lo ve claro.
¿Ha experimentado algún tipo de prejuicio por ser mujer; o algún obstáculo al que crea que sus compañeros de profesión no han tenido que enfrentarse?
He sentido las dos cosas, porque en mi ambiente son casi todo hombres y también he sentido que resaltaba por eso. No puedo hablar mal de mis compañeros, siempre me he sentido muy respetada por ellos, pero a la vez, con el público… a mí al principio,c cuando empecé en la música, me hacían comentarios del tipo: “¿Perdona? Eres una tía normal y corriente. No eres ningún pibonazo”.
Pero, ¿y esa desfachatez?
Sí, y con mucha más mala leche. ¿Por qué me juzgan a mí por esto…? Hasta en los photocall. Al principio lo pasaba fatal, porque sabía que iba a haber medios que iban a hablar de cómo iba vestida. Ahora ya me lo tomo de otra manera, me divierto, me mola la moda, me gusta verme bien, hago deporte porque me sienta bien… y si me pinto la raya del ojo es porque yo quiero. Pero sí, sí, te das cuenta de que hay mucho machismo en ese sentido.
¿Cuál es su opinión sobre el contenido machista de las canciones? Siempre se ha criticado el reguetón, pero últimamente se están cuestionando hasta temas de Sabina. Fue el caso de Contigo, de la que decían que reproducía roles de género. Eso de “tú estás en la casa y yo espérate, que ya veremos”.
Claro… yo cuando vi eso de Sabina, dije “a ver...”. Porque yo soy feminista pero muchas veces he comido mierda por un tío, y lo cuento en las canciones: que he besado el suelo y me he arrodillado ante un tío, ¿sabes?, y eso no significa que yo deje de ser feminista. Sólo que mira, caí en esto. Y lo comparto. Este tema lo he hablado con un montón de amigos autores. Que si a Sabina le quitas esto… le quitas el ser callejero, el hablar de bares, de alcohol, de la mujer de esa manera… yo he estado con Sabina y es un tío que echa piropos, pero a mí no me resulta nada machista. Me resultan más machistas otras miradas, de éstas de arriba a abajo… que no son tan elegantes como él. Yo lo defiendo. Y defiendo la libertad de expresión y la poesía. A mí me pasa. Llega un momento en el que le das mil vueltas a las canciones para no molestar a nadie.
Y si nos ponemos ejemplarizantes todo el rato, coartamos libertad artística.
Exactamente. Pero es que luego ya está el otro extremo. A mí hay letras de reguetones de ciertos latinos que sí que es una falta de respeto máximo.
¿Cuál recuerdas, flagrante?
Bueno, cuando te están diciendo “perréame”… Joder. Que si “estoy con todas vosotras...”.
Cuatro babys.
Será, es que tampoco lo he escuchado mucho. Porque no me interesa. El límite no sé dónde ponerlo, sinceramente. Yo entiendo que alguna mujer me diga “es que esto que dice Sabina me molesta”, pero a mí no me molesta eso, lo otro sí. Porque creo que es un tono muy diferente, y que en el reguetón no hay poesía.
Hablemos de la canción Justo. Cuenta una historia ambientada en la Guerra Civil y en la leva del biberón.
Mira, yo he vuelto a creer en los fantasmas, después de lo que me ha pasado con él. Es mi tío abuelo, yo he crecido con esta historia en mi casa. Mi abuela me relacionaba mucho con él, porque él cantaba. Ella tenía diez años cuando a él se lo llevaron a la guerra, y fue el único que no regresó al pueblo. Este dolor siempre ha estado en mi familia, mi abuela se acuerda perfectamente de todo: cuando le dieron una carta de vuelta, que eso ya significaba que algo le había pasado; ese mismo día llegó una carta del compañero diciéndole a su madre “mamá, a Justo lo han matado”, y bueno, la gente recuerda a mi bisabuela bajando por la cuesta gritando “canallas, me lo habéis matado”… fue un grito que perduró mucho tiempo.
Entonces yo me obsesioné con él hace dos años y empecé a indagar mucho sobre él, a preguntarle mucho a mi abuela… tengo entrevistas en mi teléfono de horas, porque se acuerda de todo ella, es tan bestia (sonríe). Y me pasaban cosas muy raras. Yo escribía la canción y me entraban unos escalofríos muy raros. Yo no paraba de decirle a mis amigos “macho, llevo un fantasma en la nuca”. Y después de eso mi compañero, Dani, me presenta a Emilio Silva, que es el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y me dijo Emilio “pues dame los datos de tu tío abuelo por si alguna vez tenemos a alguien que quiera investigar sobre esto”.
Y el 1 de noviembre, el día de los muertos, recibo un Whatsapp de Emilio y me dice “María, no te lo vas a creer, pero Justo está registrado en una fosa común en Arganda del Rey con otros doscientos y pico soldados de la Batalla del Jarama”. Imagínate el momento de llamar a mi abuela. Yo que en Psicología había estudiado las fases del duelo y qué ocurre ante un desaparecido, que no se cura nunca, pues claro, cómo no voy a contar eso. Yo no sabía qué hacer con la canción y esto me dio el final perfecto. Yo soy un canal y Justo ha querido contar eso. Muchas frases de la canción son frases de mi abuela. Mi abuela dijo “antes de morir le tengo que llevar una flor”…
La artista Rozalén.
La artista Rozalén.
¿Y por qué cree que al PP no le interesa hablar de Memoria Histórica ni resarcir a las víctimas?
No lo sé, porque no es inteligente, ni terapéutico, ni nada, porque mira lo que está pasando: la gente se está volviendo a radicalizar. Y eso es porque no se habla de dónde venimos, y porque ha pasado hace muy poco tiempo. Entonces… quizá no lo sepan. Quizá el PP no sepa que cuando no hablas de Memoria Histórica, estás haciendo que se pudra y que huela mal, y que no se cure, pero si se habla… mira, yo ahora hablo con los nietos de abuelos que fueron contrarios en la guerra, que mataron a los míos, y nos queremos. Y sabemos que nuestros abuelos se mataron unos a otros, y nos abrazamos.
Por eso hay que hablar. Estas canciones las he hecho más pensando en el que no opina como yo. Porque yo creo que alguien que diga todo eso… y escucha esta canción… no me puede decir nada. Está contada desde la historia personal. ¿Qué me va a rebatir? Y si no se alegra de que se encuentre a un desaparecido, tiene un problema.
¿Franco está muerto o aún pulula por aquí…?
Franco está… están en altos cargos los mismos que estaban. No ha muerto. En absoluto. ¿Has visto El Rey, la obra de Alberto San Juan?
No, cuénteme.
Entiendes tantas cosas… fui a verla y salí loca. Había cosas que sabía y la gran mayoría que no. Aquí está todo tapado. Viva Alberto y el Teatro del Barrio, y Willy Toledo, cuando no se pone cafre (ríe).
He leído que una de las canciones, Amor prohibido, se la dedica al romance de sus padres, porque su padre fue cura durante diez años.
Diez años… yo vengo de una familia católica practicante, y lo siguen siendo: son súper creyentes. Y yo, de la Iglesia que conozco, no puedo hablar mal, aunque esté de moda hablar mal de la Iglesia. Yo canto porque empecé tocando en un coro de Iglesia, con un cura de barrio súper progre. Ya te digo, y he hecho Cooperación… e increíble, eso sí, cuando fui a El Vaticano no entendí nada. Y por desgracia, yo ya no creo, aunque haya vuelto a creer en fantasmas. Mi padre era sacerdote de vocación, aunque antes había muchos que se metían para estudiar, pero él no, él estaba convencidísimo. Y cuando llegó a Letur, el pueblo donde todo sucedió, el primer ser vivo que vio fue a mi madre. Mi madre llevaba una lata de dulces al horno… es la mayor de seis hermanos. Son familias muy humildes, las dos. Años después sería la madre de sus hijos.
Mi padre fue de los primeros sacerdotes que se salió, y claro, para ellos fue muy duro por las críticas. A mi madre le dijeron absolutamente de todo, a mi padre imagínate…
Esto, ¿qué año era?
Pues mi padre dio la misa el día que murió Franco… setenta y largos. Ellos se casaron por lo civil en el ochenta, celebrándolo en una iglesia. Y ya años después, que ya mi hermano y yo estábamos bastante crecidicos, les llegó la orden del Papa para poder casarse por la Iglesia. Eso fue un paso que dio la Iglesia mucho más tarde. Mis padres no me hablan casi nada de esto porque se avergüenzan.
Es una historia bellísima y valiente.
Es bellísima, pero a mi madre le llegaron a tirar piedras en el pueblo.
No me lo puedo creer…
Sí. En unas fiestas. Le dijeron de todo. ¡Por haberse enamorado! Es un tema delicado, pero mis padres ahora son muy queridos, en el pueblo y en Albacete. El amor manda. Él sentía que estaba siendo infiel a Dios, pero se había enamorado, porque el ser humano se enamora, y tiene sexo, y esas cosas… que son tan sanas.
¿Es necesario el voto de castidad para concentrarse en hacer el bien y ayudar a los demás? Es decir, ¿tiene sentido el celibato en 2017?
Pues no. Claro que el celibato no tiene sentido en 2017. Y en la gran mayoría de las religiones, los sacerdotes se casan y no pasa nada. Los amigos que tengo dentro de la Iglesia y defienden esto, sí que dicen que de esta manera se está más entregado a la causa y tal, pero no me parece sano a nivel humano, porque cuando te reprimen, después suceden cosas.
La artista Rozalén.
La artista Rozalén.
El hijo de la abuela. Entiendo que el protagonista nació en Euskadi, en un momento en el que, según canta, todo “era complicado si tenías ideales y hacías mucho ruido”. Su único crimen, dice, “es el pensamiento libre”.
Éste es el tema más delicado. A ver. Primer asesinato de ETA: Melitón Manzanas. Esto fue en el 68. En El País Vasco, toda la gente que estaba fichada por cualquier cosa (por haber repartido propaganda, por poner en una pared ‘independencia’, por juntarse con gente en Asamblea… ese tipo de crímenes)… con esa excusa, cuando sucede este asesinato, cogen a cientos de vascos y los encarcelan, los torturan y los destierran. Y de esto no habla casi ningún libro de Historia de España ni nadie conoce nada. Yo lo conozco porque uno de éstos, Miguel, llegó a casa de mi abuela.
A la gente que podía “molestar” la desterraron a tomar por culo: de Donosti a Letur, imagínate, en el 68. Nadie sabía lo que era ETA. Estaba naciendo. Miguel llega detenido a Letur. Lo pasean por el pueblo a ver quién lo acoge. ¡Pues nadie lo acogía! Mi abuela sí que hospedaba a gente en casa, y a ella le dijeron: “Ángeles, tiene que quedarse con él...”. Antes no se daban explicaciones de nada de nada, y la gente tampoco tenía la ocasión de justificarse. Mi abuela siempre dice que lo presentaron como un etarra. Miguel tenía 20 años. Ella lo miró y le preguntó: “¿Tú tienes madre?”. “Claro, señora”. Y dice ella que le dio un puñetazo en el pecho, una intuición, un algo, y pensó “ay, Dios mío, si esto le pasa a algún hijo mío”. Mi abuela es una punki (risas). Ella sintió que era un hombre bueno, y le dijo “pasa para acá”.
Todos los días tenía que fichar en el cuartelillo, y a mi abuela la criticaban un montón, le mandaban anónimos por debajo de la puerta… cuando en los periódicos empezaban a poner “nacimiento de una banda terrorista”… pero bueno, se demostró que él no había hecho nada malo, aunque ya lo habían torturado y todo. En la dictadura se pasaron con todo el mundo, pero con los vascos se lucieron. Luego a Miguel lo enviaron a la mili, y se salvó. Al cambiar la dirección, mi abuela y él perdieron el contacto durante casi cuarenta años… y hace dos años, a través de una amiga mía de Donosti, encontramos a Miguel. Le contamos la historia, se quedó flipando, hizo cuatro llamadas y dio con él. Y a mí en la anterior firma de discos, se me presenta un señor con toda su familia, con lágrimas en los ojos, vasco, vasco, vasco… y me dijo “María, que soy Miguel, el hijo de tu abuela”.
Ahí está el título de la canción. 
Efectivamente. Y ya Miguel me contó todo: la represión brutal que sufrió él y tanta gente que no lo merecía. Él tiene una hija de cuarenta y pico años que no sabía nada de esto. Y esta semana santa vinieron a Letur, nos hemos vuelto a reencontrar. Él aún tiene miedo, le cuesta contar algunas cosas. Es un tema muy delicado, es el principio de ETA y me quedo con la historia que puede estar relacionada con los refugiados de ahora. Mi abuela me ha enseñado: “acoge sin prejuicios”, porque ella se llevó una historia de amor brutal. Un hijo más.
Usted es una persona muy libre. He leído entrevistas en las que decía que está orgullosa de ser española pero también se siente ciudadana del mundo. ¿Cree que Cataluña tiene derecho a la independencia o al referéndum?
Es que Cataluña es casa para mí también. Toda mi familia emigró de Letur a Terrassa. Tengo a media familia allí, en Cataluña. Yo creo que tienen derecho a la independencia, tienen derecho a opinar, pero que se debería hacer de otra manera.
¿Se refiere a que están fallando las formas?
Sí, están fallando las formas, pero de unos y de otros, porque si hay más apertura al diálogo se pueden llegar a acuerdos. De esta manera… uno lo hace de forma ilegal, otros ensalzan una Constitución que, oye, ¡la hicieron hombres!, no la hizo ningún Dios. No entiendo por qué no se puede tocar. Pues claro, ahora pasa esto: se está radicalizando la gente. Yo me siento española, me siento catalana, me siento serrana, manchega… y creo que la gente se debería relajar más con todo y sentarse a hablar, y ver qué se puede solucionar, pero sin una verdad como bandera. A mí si se quieren independizar… me daría pena, pero tienen que elegirlo ellos.
¿No cree que esa decisión tengamos que votarla todos los españoles?
No sé, es complicado. Es que si votamos todos, no se van (risas).

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La baja paternal


El PP y Ciudadanos pactan ampliar de cuatro a cinco semanas la baja paternal

La medida está incluida dentro del acuerdo para las cuentas públicas de 2018. Entraría en vigor el próximo enero



El PP y Ciudadanos pactan ampliar de cuatro a cinco semanas la baja paternal
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Los padres de bebés nacidos a partir del próximo 1 de enero de 2018 podrían contar con una semana más de permiso de paternidad, según han acordado esta semana PP y Ciudadanos. El pacto llega en el marco de la aprobación de los presupuestos de 2018. “Hemos logrado ampliar a cinco semanas el permiso de paternidad", explicó Albert Rivera. “Con esta ampliación de baja por nacimiento de un nuevo hijo, ambos progenitores sumarán en conjunto 21 semanas de permiso”, añadió, según informa Europa Press. Esta era una de las exigencias de Ciudadanos para dar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Por lo que si, “finalmente entran en vigor estos presupuestos, la previsión es que este aumento de una semana del permiso de paternidad entre en vigor el 1 de enero de 2018", reiteró el líder de Ciudadanos.
De cumplirse el acuerdo, este sería el segundo año consecutivo en el que se aumenta el número de semanas de la baja paternal. Un permiso que ha recorrido un largo camino. Fue en 2008 cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió aprobar la ampliación del permiso de paternidad de los 13 días existentes hasta el mes de duración. Y casi una década después, los hombres cuyos hijos nacieron a partir del 1 de enero de 2017 han empezado a disfrutar de esta medida que se fue retrasando año tras año, al no ser dotada económicamente en los Presupuestos Generales del Estado. Eso sí, estas cuatro semanas son intransferibles y no obligatorias.


La ampliación de esta baja no ha estado exenta de preocupación por parte de algunos expertos que temían que los trabajadores decidieran no pedir el permiso por miedo a represalias en sus empresas. Sin embargo, la brecha entre las solicitudes de los permisos de maternidad y paternidad ha disminuido considerablemente. Si de 2007 a 2016 hubo 158.000 bajas más de mujeres que de hombres, en 2016 la diferencia fue de 34.000. Una tendencia que parece que continúa. Desde enero de 2017 hasta el pasado mes junio, 122.183 padres pidieron la baja, frente a las 134.726 madres que también lo hicieron, entre ellas un 13% son solteras.
“La intención”, continuó Rivera es que tanto hombres como mujeres acaben teniendo el mismo tiempo de baja”. Para el político, esto permitirá que las mujeres puedan conciliar y que haya corresponsabilidad en la crianza de los hijos. “También puede fomentar la natalidad, en un país con las pensiones en quiebra”. El pasado mes de junio, el Instituto Nacional de Estadística subrayó que en 2016 nacieron 408.384 niños, un 2,8% menos que el ejercicio anterior y la menor cifra desde 2001.
Por su parte, la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA) ha calificado de "parche", "ampliación tramposa" y “política populista”, la ampliación de cuatro a cinco semanas del permiso de paternidad acordado por ambos partidos políticos.
“Cinco semanas de permiso de paternidad, frente a las 16 semanas de maternidad, sigue siendo un objetivo obsoleto -y también anticonstitucional- para una sociedad que reclama igualdad real en el derecho a cuidar de sus criaturas: las encuestas indican que el 92% de los padres y el 93% de las madres están de acuerdo en la equiparación total de ambos permisos”, asegura la asociación en un comunicado.
“Están jugando con el tema de los permisos de paternidad y muestran que se podría poner en marcha nuestra proposición -que pide aumentar progresivamente el permiso en dos semanas cada año-. El acuerdo, además, no define si estas semanas son obligatorias o no, si son transferibles o si son continuas”, aseguran. “Se debería”, añaden, “dejar de vetar la proposición de Podemos que busca equiparar ambos permisos a 16 semanas, intransferibles y pagados al 100%”, continúan en el texto. “El fin es crear una legislación concreta que elimine los roles de género y la discriminación por maternidad", concluyen.

Los cheques guardería, también en el acuerdo

Dentro de las medidas propuestas incluidas en este pacto entre PP y Ciudadanos está también la creación de un cheque guardería que permita reducir el coste de la escuela infantil a las familias con menores entre cero y tres años. En definitiva, “ayudas dirigidas a los hogares con menos recursos para garantizar su acceso a la educación infantil en colaboración con las comunidades autónomas", aseguró Rivera.
Sobre esta medida, la coportavoz de PPIINA sugirió que "sería mejor crear escuelas infantiles de calidad para toda la población. Todos tenemos derecho a ir a estas guarderías para que las familias que ya han agotado el permiso puedan optar a esta alternativa”, concluyó.
El Gobierno ha decidido posponer al viernes 29 de septiembre la aprobación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018 para seguir negociando con los partidos políticos.

domingo, 17 de septiembre de 2017

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Hecho en Marruecos: 65 horas de costura a la semana por 178 euros al mes

DENUNCIA | Estudio de la ONG Setem para la campaña 'Ropa Limpia'

Inditex 'made in Marruecos': 65 horas de costura a la semana por 178 euros al mes

Trabajadora de un taller textil de la ciudad marroquí de Tánger. | Setem
Trabajadora de un taller textil de la ciudad marroquí de Tánger. | Setem
  • Una investigación afirma que se vulneran los derechos laborales en Tánger
  • El 40% de las costureras de Zara no cobran para cubrir necesidades básicas
  • El estudio revela que el gigante incumple sus propios códigos de conducta
  • La situación se repite en Mango, El Corte Inglés, Cortefiel y otras firmas
  • Según la ONG Setem se falsean las auditorías escondiendo a menores en cajas
Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen "viviendo en situación de pobreza" mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna de España.
La situación se atestigua en la investigación 'La moda española en Tánger: trabajo y superviviencia de las obreras de la confección', elaborada para la 'Campaña Ropa Limpia' de las ONG española Setem y gallega Amarante Setem y que analiza las condiciones de vida y trabajo precarias que sufren las trabajadoras en talleres textiles de la ciudad de Tánger.
Inditex no es la única que se beneficia de esta situación. Las empresas españolas de moda más importantes tienen factorías propias o proveedores en Marruecos. El Corte Inglés e Induyco, Cortefiel, Mango y muchas otras firmas europeas "operan en el mercado marroquí aprovechando unos costes de producción claramente inferiores a los de la Unión Europea y la cercanía geográfica".
No en vano, España es el cliente más importante de las exportaciones de ropa marroquíes desde 2006. En lo que respecta a Inditex, en 2007, el 10% de la ropa de sus marcas Zara, Bershka, Stradivarius, Oysho, Uterqüe, Pull & Bear, Zara Home y Massimo Dutti se confeccionaba en Marruecos.

Incumple sus propias normas

El código de conducta de Inditex, que recoge los estándares laborales mínimos que deben respetar todas sus fábricas proveedoras, establece que el máximo de horas que podrán realizar las personas trabajadoras en toda su cadena de suministro son 48, con la posibilidad de realizar, de forma esporádica, un máximo de 12 horas extraordinarias.
El estudio se basa en encuestas a 118 obreras de la asociación marroquí Attawassol. Las realizadas a las trabajadoras que cosen para Inditex reflejan que lo incumplen: la jornada habitual del 68% es de entre 45 y 54 horas, y la del 30% supera las 55 horas semanales de forma habitual. Además, el 62% de las obreras aseguran que "las puntas de trabajo con más carga laboral de lo habitual se repiten con mucha frecuencia".
Al respecto, el estudio recoge que "la realidad parece chocar con el texto del código de conducta de la empresa que reza, literalmente: "[las horas extra] no se requerirán de manera habitual y deberán ser liquidadas en cuantía superior a la hora normal, de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente".

Salarios que no cubren lo básico

La investigación recoge que, en materia de salarios, el código de conducta de Inditex exige que sus proveedores paguen el salario mínimo de su país. Además, el acuerdo marco internacional que Inditex ha firmado con la principal federación sindical internacional del sector (ITGWF) recoge el compromiso de pagar un salario que permita cubrir las necesidades básicas de las personas trabajadoras y de sus familias y otras necesidades "razonables".
Aunque el 75% de las encuestadas que trabajan en proveedores de la empresa gallega reciben el SMIG, un nivel de cumplimiento "algo superior al de las empresas que no están en su cadena de suministro", las personas que cosen para Inditex "muestran la misma precariedad o incluso algo mayor que las de las obreras de otros empleadores".
Así, "el 40% afirma que no puede cubrir sus necesidades ni las de sus familias o que lo hacen con muchas dificultades". Entre las obreras sin relación con Inditex esta proporción es del 31%.

Mango, un patrón que se repite

Mango es la segunda empresa de carácter internacional más mencionada entre las trabajadoras encuestadas. De las 118 obreras, 37 trabajaban para una empresa proveedora de la firma catalana en el momento de la encuesta. De ellas, 31 afirmaban que en su fábrica también se confeccionaban artículos de firmas de Inditex.
El estudio recoge que "Mango expresa desde hace años su voluntad de transparencia hacia los actores sociales y la materializa facilitando la lista de proveedores a SETEM (en representación de la Campaña Ropa Limpia española)" y que la propia empresa ya reconoció en su memoria 2010 "algunos incumplimientos de su código de conducta".
La empresa indicó que había dado un plazo de seis meses para la corrección de estas problemáticas. Sin embargo, "en el momento de las encuestas sólo un 3% de las obreras encuestadas que confeccionan la ropa de Mango expresaron que su jornada habitual era de menos de 45 horas. Por el contrario, un 62% afirmaron realizar jornadas entre 55-65 horas, y un 35% dice trabajar más de 55 horas semanales".
El 54% de las trabajadoras de proveedores de Mango afirmaron que estos picos de trabajo se repetían de forma muy habitual y sólo un 68% reciben un salario igual o superior al SMIG marroquí.

Abusos verbales y físicos

El informe descubre las duras condiciones de las obreras de confección marroquíes: exceso de horas de trabajo, bajos salarios, abusos verbales y físicos, arbitrariedad en la contratación y el despido, medidas disciplinarias desproporcionadas y obstáculos a la acción sindical.
Recoge que las horas extras son obligatorias y no se suelen remunerar, que prolongan la jornada hasta las 12 horas diarias, seis días a la semana por salarios que no superan los 200 euros mensuales, y que, en ocasiones, están por debajo de los 100 euros al mes.
A las trabajadoras más jóvenes, a menudo menores de 16 años, "se les hace trabajar sin contrato las mismas horas que el resto, pero cobrando 0,36 euros la hora, tres veces menos que sus compañeras".
El autor del informe, Albert Sales, indica que "estas empresas tienen en su mano la capacidad, tanto de generar situaciones de explotación laboral, como de evitarlas" y que muchas han asumido códigos de conducta y la obligatoriedad de pasar auditorías en los talleres.
Estos compromisos han quedado en papel mojado. Una trabajadora de una fábrica proveedora de una gran empresa textil asegura en el estudio que "cuando aparecen auditores por sorpresa, los supervisores esconden a las trabajadoras menores en la azotea o en cajas de ropa vacías".

Entrevista a Juliet Mitchell



JULIET MITCHELL:

PSICOANALISTA Y FEMINISTA BRITÁNICA,

MUJERES CONTRAMUJERES: 

LA TRAMPA DEL PATRIARCADO



J
uliet Mitchell es psicoanalista y feminista, dos frentes que no terminan de amigarse pero cuya relación es inevitable para comprender la situación de las mujeres en la cultura. Fundadora del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Cambridge, hace ya cincuenta años escribió el artículo que la ubicó entre las voces protagónicas de la segunda ola feminista: “Mujeres, la revolución más larga”. Y el tiempo le dio la razón, pues la igualdad de género sigue siendo una tarea pendiente que da pasos adelante y hacia atrás. Juliet visitó el país invitada por el Doctorado en Psicología y el Instituto de Humanidades de la UDP –con el patrocinio de Fondecyt– y conversamos con ella sobre los aciertos y errores de un feminismo que, según cree, necesita pasar a una nueva fase.


SI FUERAS VIEJA Y FEA, ¿SERÍAS FEMINISTA?
El feminismo ha rechazado al psicoanálisis debido a conceptos como la envidia al pene, la supremacía fálica, la anatomía como destino predeterminado. ¿Qué validez tendrían hoy estos conceptos?
–Son conceptos que hay que mirar de manera crítica, no como hace cuarenta años. Por ejemplo, la envidia al pene no es al pene, sino una representación de la envidia al poder. Y aunque se trate de una representación, desde el feminismo no se usa mucho. ¿Acá se usa esa expresión?

Como una ofensa se usa mucho. Bajo la expresión “te falta pico”, para acusar que una mujer está haciendo algo motivada por la amargura o la envidia. 
–En ese caso se trata de mujeres haciendo lo que les place. Lo que ocurre es que cuando una mujer hace cosas que la igualan a los hombres, son ellos los que ven envidia.

¿Y de qué manera crees que el saber del psicoanálisis sobre el deseo inconsciente podría aportar al feminismo?
–Ayuda a comprender la repetición compulsiva por la cual, sea lo que sea que las mujeres ganamos, volvemos siempre a la posición de segundo sexo. Los seres humanos tenemos, junto a la tendencia de movernos hacia delante, una tendencia regresiva representada por la pulsión de muerte, esta pulsión conservadora de ir hacia atrás. Y el psicoanálisis sirve para comprender este impulso que nos lleva a mantener el statu quo y hace del cambio algo tan difícil.

¿La idea de que el psiquismo femenino se orienta hacia la pasividad es una forma de empuje hacia atrás? ¿O habría placer en el sometimiento?
–Esa posición femenina es algo disponible para ambos géneros, pero el problema es que siempre ha sido devaluada, denigrada. La segunda ola feminista apuntaba a que los hombres también pudieran disponer de su lado pasivo. La pasividad tiene un rol positivo en las relaciones, para poder comprender al otro. Por ejemplo, ¿cómo comprender el llanto de un bebé si no es a través de la pasividad frente a esa acción?

Pero a las mujeres nos cuesta seguir viendo la pasividad como algo tan positivo. ¿Se puede aspirar a un amor sin pasividad?
–Todos queremos ser sujetos y no objetos, es legítimo que las mujeres queramos estar del lado de la actividad y no del objeto pasivo. Ahora, si ninguno de los géneros tiene apertura a ponerse del otro lado, se pierden la posibilidad y los beneficios de entender al otro, y se cae en mirarse sólo a uno mismo. Necesito pasividad para entender cómo te sientes, es importante para el amor. Pero ha sido devaluado por asociarse a un grupo social oprimido, las mujeres.

¿Crees, por ejemplo, que las mujeres para acceder al poder necesitamos masculinizarnos?
–Sería muy interesante que nadie tuviera que tener poder. Porque el poder siempre se ejerce sobre otro, nunca es algo neutral. Por eso es que nunca logramos estar demasiado felices. Es una lástima que todos busquemos poder.

Sobre mujeres con poder se dicen cosas como que Dilma es una inepta, Cristina K. una histérica, Bachelet alguien que se mueve por intuiciones. 
–Son típicas denigraciones sexistas, que no tienen que ver con ellas como mandatarias. Es decir, las tres pueden cometer faltas como cualquiera, pero ese tipo de críticas son de género. Por lo demás, usar la intuición no es algo negativo. La intuición no es algo que caiga del cielo, viene de la experiencia.

¿No serán víctimas de explotar justamente esas habilidades blandas, cercanía, empatía?
–¿Y por qué no? ¿Cuál es el problema con eso? Si esas habilidades permiten entender ciertas situaciones, está bien. Pero se las atribuyen como faltas por el hecho de ser mujeres. ¿Has visto el nuevo gabinete de Brasil? ¡Compuesto sólo de hombres, como el de Corea del Norte!

Al mismo tiempo, se ponen de moda las nuevas primeras damas, como la Sra. Macri, la mujer de Temer en Brasil o la esposa de Trump. Todas mujeres bellas y jóvenes que se muestran subordinadas a los deseos masculinos. 
–Es triste y es de cierta forma una traición al género. Porque ellas permiten ser usadas, objetivizadas, para ponerse en contra de otras mujeres. Es como un esclavo usado para atacar a otros esclavos.

¿Crees que el deseo de jugar a ser objeto de deseo, por ejemplo en la seducción, sería algo criticable?
–Hace muchos años tuve una intensa discusión sobre eso. El punto es cómo ser irónica en usarlo. Si necesitas cambiar la rueda del auto, pues usa tu encanto si eres una bella chica. Pero si eres una mujer sin encanto, ¿qué vas a usar? Es decir, sólo un pequeño grupo de mujeres puede usar eso. No digo que sea algo malvado, pero de todos modos es una forma de jugar en contra de otras mujeres.

Algunas mujeres dicen temerles a las feministas, se sienten criticadas si juegan a sexys o se depilan, porque las acusan de “regalonas del patriarcado”.
–Eso es profundamente antifeminista. El feminismo implica no estar en contra de otras mujeres. Definir cómo tiene que ser una mujer cierra el futuro. Y en esta revolución no sabemos qué va a ser un hombre y una mujer, es un futuro abierto. No podemos definir una posición ideal.

De hecho, a los transgénero se les permite jugar más con el imaginario femenino. Pero el rechazo a las mujeres parece venir tanto de hombres como de nosotras mismas.
–Ese es mi punto principal, y por eso la revolución de las mujeres es la más larga: la definición de ser una mujer, socialmente, es una definición oprimida en sí, es una definición negativa con relación al hombre. Se la define como objeto, por tanto no puede ser sujeto de su propia historia. Como el caso de la mujer agredida a la que le sacan los ojos: ahí se trata de que su cuerpo le pertenece al hombre. Ese es el corazón de la misoginia y de que lo que se entiende como “diferencia entre los sexos”: la objetivización de las mujeres entre los límites de una definición. Habría igualdad si todos pudiéramos ser sujetos activos y pasivos dependiendo del contexto, pero el punto es que para las mujeres parece algo definicional. Por eso las mujeres también denigramos a otras mujeres.

¿Cómo se entiende que algunas mujeres rechacen un movimiento a favor de ellas? 
–Estuve hablando con una mujer exitosa, joven, atractiva, que decía no ser feminista. Pero al preguntarle qué haría en determinadas situaciones que no eran las suyas, reconocía que entonces lo sería. Ella no necesitaba ser feminista porque para ella la liberación ya estaba dada. Pero estaba en una posición temporal que pocas mujeres pueden tener, y si fuera vieja y fea, seguramente pensaría distinto. Entonces lo importante es que, si vas a ser parte de una élite por sólo cinco minutos, mejor no uses tu posición en contra de otras mujeres.

DE VUELTA A LA CASA
Se habla de una tendencia a la hipermaternidad. Una que lleva al extremo la “teoría del apego” del psicoanalista John Bowlby, promoviendo la lactancia extendida y el colecho. ¿Podría ser una nueva trampa o es una apropiación de la maternidad? 
–¡Es un trampa total! Pobre de esa madre y de ese hijo. Probablemente nunca Bowlby estuvo tanto tiempo con sus hijos. Es idealizar una maternidad enloquecedora, nadie puede desear estar con un hijo las 24 horas, el bebé llora, no deja dormir. Esto empuja a negar lo que una mujer realmente puede sentir en la maternidad. Se trata de nuevo de la mujer como objeto, en este caso a través de esa maternidad idealizada. Naturalizar la maternidad es una cuestión ideológica. Es interesante, porque esto va y viene. En los tiempos del Flower Power apareció esto mismo, incluso en una parte progresista del movimiento.

Pero, al menos acá, parece políticamente incorrecto criticar a unas madres que defienden este ideal con furia. ¿Por qué esta tendencia retorna?
–Puede estar relacionado con la economía. La historia muestra que se promueve que las mujeres salgan a la calle a trabajar en tiempos de recesión o de transición económica, porque son mano de obra barata. Luego pasan a ser reserva trabajadora y se las devuelve al hogar. Bowlby planteó sus ideas en la posguerra, en tiempos donde las mujeres volvieron a casa. Hay que mirar siempre a la economía para ver qué está pasando con las mujeres.

¿Y por qué lo aceptamos, incluso gratamente?
–Porque para la mayoría la experiencia laboral no es demasiado grata: malos sueldos, malos trabajos. No hay igualdad en el trato, ni en los honorarios, ni en el trabajo. El hogar resulta un lugar más idealizado. Pero toda idealización tiene su contraparte, la denigración. Seguramente estas madres ideales del apego son la imagen de una élite, en cambio a la mujer pobre se le diría que salga a trabajar ya que mientras amamanta a uno tiene a otros hijos muriendo de hambre. Es una posición peligrosa, de un grupo reducido que es usado en contra de otras mujeres. Es la misma lógica que describíamos a propósito de las nuevas primeras damas.

Tenemos un gran problema si las mujeres actuamos en contra de nosotras mismas.
–Si el feminismo se trata de algo, es de decirles a las mujeres que no permitan ser usadas en contra de otras. Y esto ocurre cada vez que las mujeres usan su posición de privilegio olvidando que la mayoría no son eso. Mira en el metro cuántas calzan con la madre de Bowlby o con el tipo de amante de Trump. El patriarcado opera no sólo con la oposición de hombres contra las mujeres, sino también, de manera crucial, poniendo a mujeres contra mujeres. Tal oposición socava cualquier posibilidad de protesta de las mujeres contra su posición. El feminismo debe ir en esa vía: incluso las que no lo necesitan, las mujeres aún bellas y jóvenes, deben apoyar a las oprimidas. Es decir, el feminismo se trata fundamentalmente de promover la solidaridad entre mujeres. No se trata de querer a todas las mujeres, sino de solidarizar. No atacar, pero sí mostrar cuando una mujer permite ser usada por el patriarcado en contra de otras. Allende en su último discurso agradece en primer lugar a las mujeres, como grupo oprimido que apoya a otros grupos, esa es una señal muy potente. Pienso que se requiere de un nuevo movimiento.

¿Otro movimiento?
–Falta teorizar las posiciones de hombres y mujeres en esta nueva fase, en la que se ha incrementado la igualdad y esto parece ser una amenaza. Y la situación estructural de la mujer como objeto resiste. Necesitamos entender las repeticiones que vivimos. Por ejemplo, entender por qué los femicidios. Este punto es muy importante, y siempre aumenta cuando hay una situación económica complicada. Engels ya hacia esta observación por ahí por 1840: cuando la clase dominante, en este caso los hombres, pierde su estatus, ataca a las mujeres, ya que suponen que éstas no pueden estar en una mejor posición que ellos. Hombres humillados, sin trabajo, vuelcan su violencia hacia las mujeres. Es muy importante que exista una legislación fuerte en estas materias, ya que a mayor crisis, más violencia de género. Debiéramos estar muy atentos a eso, porque está empeorando. En este momento hay una muy mala posición para las mujeres, y quizás por eso viene esta compensación de las madres de Bowlby: volver a casa como señal de la precaución que debemos tener ante el aumento de la violencia. La idealización del hogar es sólo la distracción. En la historia esto pasa una y otra vez. Estaba presente en los años 50 y 60 y ahora está volviendo.